martes, 29 de abril de 2008

EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA


Este fin de semana, los día 1, 2 y 3 de Mayo, donde en toda España se ha celebrado el día del trabajador, en Madrid (fundamentalmente) la revolución contra la invasión francesa y en Granada, maravillosa ciudad en la que habito, el día de la Cruz. Todo ello, ha traído, además de fiestas, la sentencia dictada por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía contra la asignatura de Educación para la Ciudadanía, asignatura con la cual se pretende cumplir la recomendación realizada por el Consejo de Europa en el año 2002 a los países integrantes de la Unión Europea cuyo Objetivo primordial es que desde la escuela y a edades tempranas se promueva una educación basada en la tolerancia, los derechos humanos, la libertad de expresión y de elección, una defensa de los Valores democráticos y el respeto hacia el pluralismo, características que definen y cimentan los fundamentos de la democracia y que los paises que nos circundan adoptaron y vienen impartiendo desde el 2002, concretamente en U.K. se llama "citizenship", que traducida significa "ciudadanía", es decir lo mismo que la nuestra, y digo nuestra, porque yo, al menos, la siento mía, y me gustaría que esta generación y las venideras tuvieran el acierto de trasmitirlas hasta el infinito, impregnando a la sociedad de valores democrático como son la justicia, la tolerancia, el respeto hacia la diversidad.... Sería la mejor herencia que podíamos dejar a nuestros hijos, porque de lo contrario, quizás tengan que vivir en jaulas (de oro) aislados del mundo por temor y miedo a una sociedad donde la depredación campe a sus anchas.

Nuestra Constitución dice del respeto hacia estos valores democráticos, pero según el TSJA, en la escuela no se pueden decir ni enseñar, porque es la familia solamente la que debe educar a sus hijos en este aspecto y, consecuentemente si un padre muestra actitudes xenofóbicas, puede trasmitir a sus hijos esa conducta y por lo tanto los demás compañeros y compañeras tienen que soportar la posición de intolerancia del chaval en cuestión.

Aquí, y en estos momentos viene a colación la frase de Federico Mayor Zaragoza que en su libro "Los nudos gordianos",nos dice. "De todos nosotros, de nuestro compromiso y nuestra generosidad, depende que los ideales de justicia, igualdad y respeto a la diversidad se hagan realidad, que un día nos ganemos el derecho de mirar a los ojos de nuestros hijos y repetirles el verso de Salvador Espriu: -Péro, em viscut, per salvar-vos els mots-.. Porque habremos vivido para salvarles esas palabras y sus significados, esos principios y valores que les permitirán vivir intensa y apasionadamente en un mundo más justo, más libre y más solidario.

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